Iba a escribir una parrafada sobre algo que me ha pasado.

Llevaba ya medio post escrito y lo acabo de borrar. Demasiado Kill Bill para mí. Y Kill Bill (o Pili) tiene gracia cuando es ficción, cuando no... depende. Porque si Bill es del PP o del Foro de la familia sí que tiene gracia...

Además está sonando (casualmente) un mp3 que me ha hecho pensar. No diré cuál es, que luego alguno(s) se emocionan.

El caso es que me ha pasado lo que a muchos gays les pasa, y es encontrarte con alguien interesado en ti... pero que tiene dudas. Y que al principio te ríes y te lo pasas bien y pones la webcam a sabiendas de que no deberías...

Y luego descubres que te ha usado para "probar".

Eso, jode. Pero jode más cuando el tío te lo confiesa como si tal cosa, sabiendo que te va a joder un huevo que te lo diga a estas alturas de la vida... pero lo hace. Por ser sincero, dice. Por ser cobarde, dice.

Dicen que a los niños hay que ir desvelándoles un trauma poco a poco. Pues este tío lo ha hecho de maravilla. Primero, cuando yo pensaba que era gay, me dijo que era hetero. Bueno.
Luego, cuando pensaba que era hetero morboso, me dice que está casado. Cágate.
Y luego me dice que era mentira, que no se excitaba, pero que quería probar lo que sentía.
"...porque sentía algo curioso..."

Tuve la suerte, y esto sí va a mi favor, de que desde el principio tuve clarísimo que no me iba a implicar en absoluto. Que iba a participar en lo que fuera que iba a pasar de la forma más pasiva (¡JA!) posible. Vamos que hasta que no le tuviera delante mío diciéndome: "¡¡Te amo!!" no me iba a plantear absolutamente nada. Qué bien hice. Qué lista soy, qué tipo tengo.

Y diréis: "Bueno y ¿qué? ¿cómo ha acabado?"

Pues él otra vez pidiendo perdón y perdón y perdón y arrastrándose (o eso dice) y yo haciéndome la dura, intentando entender qué coño pasa por la cabeza de alguien al hacer algo así. Seguramente me he pasado y me he acabado cebando, pero es que me ha soltado una lista de barbaridades que no hacían más que calentarme (en el mal sentido de la palabra).
No diré cuales, porque sé que si las pusiera él se sentiría humillado y vosotras, queridas amigas, le humillaríais públicamente si lo viérais comprando el pan. Y sé que lee el blog y no quiero liarla más.

Pero no puedo evitar reproducir parte del diálogo que he mantenido con él.
Yo: - Y no te imaginas la SUERTE que has tenido de que decidiera no implicarme en esto.
Yo: - Porque si me llego a implicar ahora mismo estaría de camino a Murcia...
Yo: - ¡Y dejaría de ser Hermosa!

Notas de humor (o no) a parte, al final él ha acabado cabreadísimo porque decía que me había pasado de vengativo y que le estaba haciendo daño y que tal y cual.
Yo no sé de qué se sorprendía, sabe perfectamente de qué pie cojeo. Si no he ido a ver Brokeback Mountain al cine para no tener la tentación de partirle la cara a alguien por si se ríe, imagínate el cabreo que puedo llegar a pillar cuando alguien me intenta vender la moto de que es súper heterosexual y me haga algunas proposiciones que son ¡pa' escribir un culebrón!

Ojo, que yo entiendo que no está en una situación fácil... Bueno, en realidad entiendo que se ha METIDO en una situación difícil, pero todos tenemos problemas en la vida y no me parece justo ir por ahí creándole problemas a la gente. Por que sí, queridos, para mí esto es un problema. Me resulta un problema perdonar a alguien al que creo que quiero perdonar (o no) por hacer algo como lo que ha hecho. Que no sé las intenciones que habían detrás, pero por más que me digan que son blancas y buenas yo las veo negras y ponzoñosas. Aunque seguramente no eran intencionadas.
Intenciones Desintencionadas ¡Es como el título de un telefilm! ¡Chúpate esa Antena 3!

Total que al final se ha ido indignadísimo dejándome con la palabra en la boca y haciendo lo que le dije que le habría hecho yo si de verdad me hubiera enfadado ayer: desadmitirme del messenger.


Me da rabia la gente así. Hay mucho más por explicar, pero no lo haré. Al fin y al cabo no tendría gracia que lo supiérais todo al dedillo y yo prefiero no recrearme. Que era lo que iba a hacer antes, pero ¿para qué? Él me ha hecho daño, yo le he hecho daño (o eso dice él).
Lo que tengo clarísimo es:
1.- Que cada vez me fío menos de la gente.
2.- Que o psicópatas bisexuales o heteros con problemas, pero no hay manera de que aparezca en mi vida un gay en su sano juicio que esté disponible.
3.- Que cada día que pasa me siento mejor siendo heterófobo.

Qué fuertes las cosas que me pasan, de verdad.
En un momento de la conversación lo he preguntado al aire: "¿Es mi vida un guión rechazado de Almodóvar?"

Si no lo es, peor.

Esta chorrada fue publicada el viernes, 3 de febrero de 2006 at 01:33. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.