Si os digo la verdad me apetece muy poco escribir en el blog. Me pasa lo de siempre, que me pasa algo y digo "al blog" y luego no me acuerdo. Y encima como ahora para conectarme tengo que montar un circo mediático (los de Cuatro me han llamado pidiéndome que les ocupe un cacho de parrilla contando mis líos de conexiones) pues más pereza me da aún.
Cosas reseñables que han pasado últimamente...

El otro día fui con Miguel a ver El Exorcismo de Emily Rose. Tuvimos una conversación antes que fue muy divertida y sé que salió una frase que era digna de estar aquí escrita y plasmada en la historia de la humanidad, pero ahora mismo lo único que me viene a la cabeza son las palabras "sexo" y "mapache". Y sé que hablamos de sexo, pero no de mapaches, así que en realidad me doy miedo.
Intenté comprarme algo de ropa pero fue totalmente imposible porque entre que no hacen nada bonito (ya no miré ni tallas, ¡es que no me gustaba nada!) y que Miguel pitaba en todas las tiendas porque llevaba un dvd de lucha libre de estos caspas que compra él que parecía una porno gay... pues nos daba vergüenza entrar en una tienda y que le revisaran, no fueran a pensar. Por eso yo lo que hacía era obligarle a que se esperara 5 segundos a que yo entrara o saliera y luego que pasara él y yo hacerme la sueca.
La peli muy bien, con unos impresionantes efectos de audio realmente terroríficos, con voces de gitanas y de cholas chupaceniceros por detrás que no veas.

El jueves iba a ir a la peluquería para salir luego de fiesta, pero al final decidí que en la cama se estaba muy bien. Así que al levantarme me duché y me hice un peinado fashion... que en su momento era fashion, para cuando llegué a la fiesta era una mierda pinchada en un palo después de toda la tarde trabajando. Así cresta de lado o algo que me hice, no me acuerdo. Tampoco sabía qué ponerme, así que tiré por lo más cómodo (una camisa blanca) y como me aburría me llevé la corbata sin tener muy claro si me la iba a poner o no. Y menos mal que me la puse porque fue la sensación de la noche.
Las peluqueras de Barcelona el jueves triunfaron porque resultó que TODO el mundo menos yo había ido a la peluquería a ponerse guapo. Y casualmente todos tenían fecha desde hacía tiempo y les había coincidido. Más putas que las gallinas todas.

La fiesta empezó ya de buena tarde porque resultó que ese mismo día vinieron todos los refuerzos de Navidad. Era genial porque iban por el pasillo así andando rollo Armageddon, y a mí me entraron ganas de correr como Liv Tyler y saltar a los brazos de Ben Affleck mientras mi padre berrea por megafonía que no quiere cerrar los ojos ni quedarse dormido porque si lo hace la droga le matará.
Pero no lo hice y me quedé anonadado al ver que, de todos los que han entrado, ninguno entraba en la categoría de chulazo. Ninguno es feo, es cierto. Ninguno baja de la categoría de "es mono", es cierto. Pero no hay chulazos. Pero igualmente haremos un sacrificio por la causa y tiraremos la caña... bueno más bien la red de pesca, a ver si cae algo. Regalo de Navidad.

Luego en la fiesta me encontré con un montón de gente de mi ex-trabajo en otra tienda de la misma cadena que me miraba con cara de "¿y éste qué coño hace aquí?". Una de ellas me miraba así mientras se olvidaba de darme el vale para la consumición gratis. Luego me cagué en ella un rato. Me dieron una camiseta muy mona que no me cabe y un vale para un sorteo que no me tocó. Pero yo me hinché. Intenté emborracharme pero aquello no me subía y yo tenía muchas ganas de bailar y la liamos que daba gusto. Luego me entró la sed y me dio por beber coca cola, pero cada una valía 5 euros. Lo jodido era que me moría de sed y el alcohol a mí para la sed no me sirve, así que me acerqué otra vez a la barra, puse cara de "soy gilipollas" y pedí otra coca cola mientras la camarera se reía de mí.
Y bailar, y bailar... y toda la noche bailando. La corbata, cómo no, se paseó por muchos cuellos y en algún momento de la noche acabó en mi frente. Por suerte hubo gente que hizo cosas peores (como descamisarse, darse betos y magreos de borrachos -que son los peores-, revolcarse por el suelo...) y lo mío no cantó tanto.

Cuando nos echaron (literalmente) nos fuimos al metro que estaba en el QUINTO COÑO y en el vagón la gente nos miraba raros porque yo iba con corbata y aún íbamos bailando el Hung Up.

Huelga decir que al día siguiente en el trabajo la cara de todos nosotros era un poema. A todos nos dolía todo y todos cogimos la gripe. Incluso los que no vinieron, en solidaridad, se pusieron malos.

Ayer me lo pasé muy bien trabajando porque había mucha gente y hoy me he pedido a la web de Dell una tele LCD HD de 26 pulgadas que estaba muy barata y que sé que me arrepentiré de comprar cuando dentro de 3 meses me canse porque es muy pequeña y quiera cambiarla. Pero como no empiezo a pagarla hasta marzo... pues me jodo.

Y ahora voy a... perder el tiempo un rato escuchando a la Naranjo o algo. Besitos a todos.

¡Viva las corbatas!

Esta chorrada fue publicada el lunes, 28 de noviembre de 2005 at 00:05. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.