¿Que cómo están las cosas? Fatal.

Hablamos de mi idea, le pareció bien. Pero fue uno de esos "bien" en plan: "aha, pero me da igual".
Al día siguiente me trató como a una mierda, le canté las 40. Por la noche me dijo que, cuidao, se había dado cuenta de que lo nuestro no tiene futuro.
No te jode, le dije, si nunca has movido un puto dedo por mí ¿qué coño de futuro iba a tener?
Eso sí, cuando se trataba de recibir, bien que recibía...

Pero bueno, que se acabó. Ahora toca hacerse a la idea. Yo, que soy propenso a perder la dignidad, la he perdido, la pierdo y la perderé varias veces. Hasta que me canse y a otra cosa, mariposón.

El día de ayer fue tremendamente absurdo.

Primero me despierta una llamada suya para decirme que se va a limpiar al local. Felicidades. Yo me vuelvo a dormir.
Al rato me despierta un vecino escuchando Julieta Venéreas mientras canta: "Me voy. Qué lástima, pero adiós"
Me animó.
Le llamé yo para ver si aún estaba limpiando. Y sí.
Luego me llamó para hablar después de comer y le dio por ponerse borde. Me cagué en él y lo dejé para más tarde.

Me pasé la tarde intentando encontrar algo que hacer pero la calor y el cabreo me impidió moverme de casa.

Todo el mundo se pasó el día entero preguntándome por teléfono y por messenger si tenía luz en casa. Y yo flipaba. Hasta él me pregunto, desde allí, si había luz. Me asusté pensando que había un apagón en todo el país.

A última hora (cuando ya había decidido comenzar la campaña: "Cómprale un novio a Hidroboy", que os la explicaré en breve que ya casi tiene cartel y todo) quedé con Pol para ir a cenar, a que nos diera el aire y a hacer fotos de Barcelona a oscuras.
Justo antes de salir me llama para decirme que tiene unas canciones que quiere que escuche. Yo quedo totalmente fuera de juego. Y es que así no voy a poder jugar.
Joder, que no quiero que la cosa termine de golpe y porrazo pero tampoco seguir hablando como si no pasara nada.
Y más aún si él se niega a hablar y a ayudarme a entender qué coño le pasa.

Cena en el VIPS. Mucha gente y nada de salsa para los nachos, así que tuvimos que improvisar. Aitziber me alegró la noche diciéndome que todos los tíos me miraban y que yo estaba en mi punto óptimo (vuelta y vuelta, decidimos) porque no soy ni muy macho ni muy maricón. Le molo. Se puso roja y todo cuando empecé a gritar "¡¡Le molo!! ¡¡Le molo!!"
Luego postre. Pedí Mango y Vainilla y me trajeron Café y Leche Merengada. Un error vale, porque no había del otro helado. Pero dos errores helados no. Es intolerable. Es una purrrrquería.

Me lo comí, porque pasaba de pelearme que ayer había bastante descontrol en el VIPS.
Iba a comprarme lo de Fangoria, pero no lo tenían.

Aitziber se fue andando a casa y Pol y yo nos subimos a Merche y mientras escuchábamos Fangoria fuimos a dar vueltas. Unas fotos en la Sagrada Familia chulísimas. Si hasta le han publicado una a Pol en la portada de El Periodico.com.
La mía no la han publicado y no es tan chula, pero a mí me vale porque sí (y punto).



Luego fuimos al hospital de San Pablo que también quedó muy chulo. Me hizo una perdida. Que creo que no era para mí porque le pillé un poco por sorpresa. Ese hecho ya me dio bastante a entender sobre cómo se está tomando las cosas.
Le recordé que hacía menos de una semana me prometía el oro y el moro y ahora me decía que futuro, cero.

Hablamos un rato y se puso así muy tierno prometiendo que me iba a ayudar y tal y cual... pero hoy ha vuelto a las andadas.

Está a un paso, no de que le mande a tomar por culo, sino de que lo haga a lo V de Vendetta: con fuegos artificiales y todo.

Qué jeby nena.

QUÉ JEBY.

Esta chorrada fue publicada el martes, 24 de julio de 2007 at 18:53. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.