...tiene un finá!!!!

La vida apesta. Qué le vamos a hacer. Las cosas empiezan y terminan. La gente viene y va. Y tal y como mi dijo mi gran amigo y gurú, Raúl: "La gente pasa por tu vida y tienes que aprender un poquito de cada uno antes de que se vayan."

Ya que todos estuvistéis ahí para ver cómo empezaba todo con Al, es lógico que estéis cuando termina (o cuando está a punto de, que viene a ser lo mismo). Muchos milagros tendrían que obrarse para que la cosa se salve.

Hagamos balance.
8 meses.

Los primeros 3 meses fueron demasiado acelerados. Él no se podía creer lo que le estaba pasando y a mí se me fue de las manos. Ahora miro atrás y me doy cuenta de que nunca supe exactamente a lo que (ni con quien) estaba jugando. Para mí todo era demasiado fácil y demasiado bonito, cuando en realidad él estaba puteado como pocos lo están. Yo no me daba cuenta: no me quise meter en temas que suponía que ni me iban ni me venían. Me equivoqué.

¿A qué llevo eso? A una separación de mentirijillas. De las de "te dejo, pero seguimos igual ¿eh?". Eso fue... a los 4 meses o así. Curiosamente a partir de ese momento es cuando mejor hemos estado. A él se le fue la olla en alguna ocasión y en alguna otra le dio por putearme (a propósito o no, ni lo sé ni me importa). Esa fue la época en que cada semana le decía a todo el mundo que le iba a dejar pero nunca lo hice.
Como dijo Raúl: "Eres un cobarde sentimental". Pues sí nena. Pero ¿y qué? Me hincho. A llorar, pero me hincho.

Cuando Al me dijo que me dejaba le dije, en plan sentencia glamourosa: "Ahora me dejas tú. Pero no quieres que llegue el día en que sea yo el que te deje a ti." ¿Por qué? Porque siempre he sido yo el que ha tirado del carro y lo bien que le ha ido. Sé que en el momento en que deje de tirar se va a pegar la hostia de su vida.

Luego vino mi etapa absurda. En esa etapa se me juntó todo: trabajo, él, familia, ambiente, el Epi Risitas... me hundí. Él estuvo ahí. A su manera, pero estuvo ahí.

Y después de eso le di un ultimátum. No podía seguir a medias en todo, ambos necesitábamos centrarnos de una puñetera vez en algo. Yo pasaba de centrarme en mi curro porque de donde no hay no se puede sacar, así que prefería centrarme en él. Él no lo tenía tan claro.
Tuvimos una charla, una de esas charlas fatídicas de dos o tres horas, en la que le pedí que si realmente quería estar conmigo hiciera un pequeño esfuerzo por cambiar algunas cosas.
Y lo hizo.
Lo hicimos.

Los últimos dos meses han sido los mejores. Llamadas y mensajes y vivencias juntos que, seguramente, no se volverán a repetir. Fui a verle a Huesca. Fue una maravilla. Con algún roce, como es normal, pero de maravilla.

¿Y por qué se tiene que acabar?

Porque yo necesito más y él no me lo puede/quiere/intenta dar. La vida le ha tratado como una mierda y eso le lastra mucho. Además aún tiene a otra persona ocupando un espacio que debería ser mío (tanto por quién soy como por lo que he hecho por él) y no mueve ni un dedo por demostrarme que quiere estar conmigo.
Todos tenemos nuestras manías. Yo soy demasiado insistente. Y se juntan el hambre con las ganas de comer.

Desde hace unos días me estoy dando cuenta de que, aunque le quiero con locura, si no le tuviera "a mi lado" estaría exactamente igual. Y es triste llegar a eso. Pero cuando estás con una persona y te vas a dormir sin sentirte lleno es que algo falla. Y los dos sabemos que el único que puede hacer algo por arreglarlo es él, y no puede/quiere.
Le doy mil opciones y mil oportunidades y sigo sin recibir nada. Luego me sale con dudas y temores que ni él sabía que estaban ahí. Y yo ya no aguanto más.

Ahora mismo estoy por casa escuchando RuPaul y tal mientras espero a que me llame para decirme qué le parece la última idea que he tenido para intentar que la cosa funcione. Como le he dicho, a veces cuando una pareja no acaba de funcionar la solución no es bajarse del autobús sino ponerse a cantar el Chitty Chitty GANG Bang y tirar p'alante a lo loco. Total, si ya está todo perdido...

Me jode pensar que a pesar del esfuerzo (en todos los sentidos) que he hecho por esta relación la cosa esté condenada a no funcionar.
Pero esa es la historia de mi vida.

How do I look? You look good.
How do I feel? You feel good.
Looking good and feeling gorgeous.




Puta Alaska!!! Ahora se pone a cantar el Miro la vida pasar... será zorrona la tía...

Esta chorrada fue publicada el sábado, 21 de julio de 2007 at 22:01. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.