Esto lo he puesto en un foro (de hecho Pol ha dejado el link al post en un comentario de la entrada anterior) pero, por supuesto, se merece estar aquí.

Iba a contaros cualquier otra cosa que haya pasado esta semana, pero sin lugar a dudas ahora todo está eclipsado por mi batalla contra la Gitana Sadako.

Aquí va:

Yo no soy muy amigo de abrir posts de este tipo, pero es que necesito contarlo porque sino, reviento.

Yo vivo con mis padres en un piso de alquiler en una de las zonas "pobres" de Barcelona. Pero es la zona en la que siempre hemos vivido y nunca hemos tenido problemas: en mi barrio hay de todo -como en todos los barrios, en realidad- gitanos, payos, pakis, etc, etc.

En mi bloque los pisos son bastante baratos, así que es habitual encontrarse con que cambian los vecinos y aparecen parejas jóvenes con menos cerebro que abdominales él y maquillaje en los ojos ella; inmigrantes realquilados viviendo de 20 en 20 o gitanos.

Hace no mucho en el piso de abajo se instaló una pareja joven gitana con tres hijos pequeños. El marido no aguantó mucho y un buen día desapareció.

A los pocos días de estar en el bloque tuvieron un follón bastante gordo con su vecino de al lado (una pareja joven paya). Por lo visto la pareja dio un golpe en la pared para quejarse por la música y los gitanos casi los matan. A los pocos días la pareja joven, al más puro estilo Gran Hermano, abandonó la casa.

Durante todo este tiempo los portazos, los gritos y demás son habituales. Durante el día se aguantan, pero cuando a la 1 de la noche se ponen a tocar palmas como que cabrea.
Pero por no liarla, nos hemos estado callando mucho tiempo; lo único que pretendíamos hacer, hartos ya de no poder estar así, era hablar con el administrador para que de forma muuuuuy sutil le diera un pequeño toque.

Yo ya han sido más de una y de dos las noches que casi he explotado: porque me voy a dormir y se ponen a dar golpes o porque estoy intentando escuchar música y ellos están gritando como locos.

Y esta noche (0:30, más o menos) estaba yo aquí sentado tranquilamente, hablando por teléfono (y teniendo una conversación un tanto incómoda y estresante), cuando oigo que la chica encierra al perro en el patio interior. El perro se pone a ladrar y a ladrar y yo que salgo totalmente indignado a mi balcón del patio y me quedo flipando porque el perro ladra y ladra y no sólo ella hace ningún amago por callaro, sino que a ningún otro vecino parece molestarle.

Total que a mí se me cruzan los cables y suelto un grito en plan: "¡¡¡PERO QUIERES DEJAR ENTRAR AL PUTO PERRO!!!"

Y ya la hemos liado.

La tipa que sale al patio, a insultarme (me ha dicho de todo en un momento, no se callaba) y yo que me he ido encendiendo más mientras en el fondo de mi corazón una vocecita gritaba "te vas a arrepentir". A todo esto, mientras yo le explicaba lo hartísimo que estoy de que ella y su prole me despierten cada dos por tres a base de gritos y portazos ella me contaba que está hasta el coño de que yo me traiga "al otro maricón" a hacer cosas a mi casa.
Ahí yo me he quedado un poco fuera de juego, porque ¡más quisiera yo! haberme traído a otro maricón a casa para hacer cosas; y en ese momento de debilidad mi madre aparece por la escuadra y se pone a gritarle también.
La gitana que me llama hijo de puta y mi madre que le suelta: "HIJA DE PUTA TÚ"

Y claro, ya sabemos (al menos yo lo he aprendido hoy) que a los muertos de los gitanos ¡¡ni mentarlos!!. ¿Y quién ha mentado a los muertos de nadie? Pues mi madre, porque resulta que la madre de la gitana murió hace cosa de un año.

Al escuchar esto mi adorable vecina se mete en casa, coge un palo y sube la escalera dispuesta a ponerse verde de furia. Le ha dado por emprenderla a golpes con la puerta (que es una mierda) hasta que ha conseguido cargársela.

Yo, mientras tanto, estaba nervioso perdido hablando con los Mossos explicándoles que o venían ya o mañana salíamos todos en el GENTE y el mosso me da el mejor consejo que me han dado en mi vida:
"No le abra la puerta ¿eh?"
Gracias cariño, no soy tan gilipollas.

Mientras tanto, mi Paz Padilla particular sigue aporreando la puerta como una energúmena agitando el palo mientras exclama que lo va a meter por donde, según ella, "el otro maricón" mete otras cosas.

En el momento en que se cansa y baja a su piso y los Mossos no aparecen, en mi casa se desata la locura al escucharla decir que va a llamar a toda su familia y que más vale que mañana no estemos en casa porque nos van a calar fuego a todos vivos, incluido el perro.

Vuelvo a llamar a los Mossos, me ponen en espera (qué majos!!) y me sale el mismo chico (si solo tienen un Mosso cogiendo teléfonos NORMAL que me pongan en espera -pienso yo-) y le digo que nos está amenazando con quemarnos vivos y que se den prisa porque la tía ya ha preparado la escalera para colarse por el balcón del patio. El Mosso, muy majo, me dice que no nos preocupemos que la patrulla ya viene. Que no la dejemos entrar. Yo le digo que lo que me preocupa (a parte del hecho de que hoy ya no dormimos) es que no podemos estar todo el puto día en casa controlando que la vecina no ponga la escalera para colarse a lo orcos en el abismo de Helm y que además mañana saldré a la calle y tendré a toda la familia esperándome para empalarme en la plaza mayor.

Mientras tanto mi padre sale al patio para hablar con ELLA y no sé si las cosas se calman o no. El caso es que yo me veo con valor suficiente para ir y controlar la situación (que tantas horas aguantando clientes reclamando en la tienda me han servido para algo). Así que vuelvo a llamar a los Mossos y les digo: "Nenes, tranquilos, no vengáis." El Mosso majo me dice: "Bueno, como usted quiera, si pasa cualquier cosa vuelva a llamar" y yo le respondo: "Tranquilo, si pasa cualquier cosa ya puedo llamar que como tardéis lo mismo que habéis tardado ahora ya estaremos muertos!!".

Así que yo me voy para el patio y me pongo a hablar con ELLA. Pero ELLA está hablando con su familia diciéndoles que vengana a hacer chopped con nosotros. Le pido perdón por haberle gritado, le reconozco que he hecho mal y que debí haber bajado para decirle que el perro me molestaba; pero que estaba en un mal momento y se me cruzaron los cables y lo pagué con ella. Le explico que sus hijos no me molestan durante el día, pero que por la noche a veces (¡sólo a veces!) me apetece dormir y es un poco incómodo hacerlo con tanto grito; pero que bueno, que no pasa nada.
Que disculpe a mi madre, que se ha puesto nerviosa y cuando ha visto que me atacaba pues ha salido a defenderme.

Y en ese momento: pican a la puerta. Los Mossos.

¡Ay madre! pienso yo. Como bajen ahora, nos mata.

Así que, cuando ya nos hemos tranquilizado le he explicado.

"Oye... una cosa... que cuando estábamos así nerviosos y tal... a ti te ha dado por romperme la puerta de casa y yo he llamado a la policía. Ya les he avisado para que no vinieran pero me parece que han venido igualmente. Yo ya les digo que no pasa nada y que lo hemos arreglado... Si eso... ¿puedes llamar a tu familia y decirles que no hace falta que vengan?"

Y ella me responde:

"Vecino, tú tranquilo. No tenemos por qué estar así coño, que vamos a estar años aguantándonos!! Tenemos que convivir. Y ahora llamo yo a mi casta y les digo que ya está arreglado. Y mira, se os ha caído una toalla. Ahora te mando al niño que te la suba."

El niño se ha cruzado con un Mosso que bajaba a hablar con ella. Ella ya estaba muy tranquila (se le he bajado el verde de la ira) y yo he bajado a pedirle perdón y mi madre ha bajado la pobre con un ataque de nervios que para qué. Yo he intentado quitarnos a los Mossos de encima para no liarla más. Y al final parece que todo ha acabado más o menos bien.


Ahora lo que toca es largarse de aquí antes de que la chispa vuelva a saltar. En casa ya hemos hecho zafarrancho de combate: a partir de ahora seremos todos súper educados y súper simpáticos. No avisaremos ni al administrador, que aún le mandarán una carta para echarle la bronca y la tía volverá a terminar lo que ha empezado y mi pobre puerta nunca volverá a ser la misma.


A mí de todo esto, lo que me escama ahora es...

¿Cómo coño sabe la tía que soy maricón?


(Ahora en serio: he pasado uno de los peores ratos de mi vida. Jamás he sentido tanto miedo. Menos mal que la cosa se ha calmado y no creo que vaya a más. Pero es que me da un pánico tremendo seguir viviendo aquí... estoy por fugarme con la Xbox y el LCD bajo el brazo... )

Esta chorrada fue publicada el domingo, 12 de agosto de 2007 at 13:28. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.