Niñiko tere a niñika... jijijiji
Ese es el nick que se ha puesto uno que está en mi Messenger (y que, sinceramente, no sé qué hace aquí). Para qué veáis hasta qué punto se extiende la estupidez humana.
Mi amigo Jordi me ha invitado a una cena mañana con las de su tienda para celebrar que el sábado no trabajan o no sé qué. Es lo que tiene ser un pobre asalariado explotado, que tienes un sábado libre y te vas de fiesta el viernes para estar durmiendo hasta las 5 y perder ese día de fiesta en la cama.
El caso es que aprovecharé para que me dé un poco el aire y lucirme un poco por el centro. Tengo que fardar de corte de pelo, que estoy guapísimo. Ayer al salir de la peluquería fui a comprar por ahí y tuve algún cruce de miraditas con varios tíos. Sé que esto de por si no es nada importante, de hecho hace un tiempo me pasaba bastante a menudo... pero desde que me dejé las greñas de Camarón que ya nadie me miraba. Ahora noto que la gente ha dejado de sentir vergüenza ajena por mi cabeza. ¡Gracias Albacete!
Total, que Jordi ya ha hecho 2 cosas que me ponen de los nervios. Una es soltar una risita histérica (jijijiji) cuando le he dicho que me había cortado el pelo (...) y la otra es tirarse una semana diciéndome cada día que no me olvide que mañana tengo una cena. Me lo dijo el lunes, el martes, el miércoles no porque no nos vimos, me lo ha dicho hoy y seguramente me lo dirá mañana. Al final tendría que pasar de ellos y decir que se me olvidó, pa joderle más que nada, pero paso. Siempre hace igual, me invita a algo y luego me lo va recordando una y otra vez. Creo que lo que hace es lanzar globos sonda, a ver cómo le contesto y hacerse una idea de si a última hora me inventaré una excusa o no.
El caso es que no sé qué ponerme... Ayer me di una vuelta por algunas tiendas de ropa y me llevé una decepción. Primero por que todo era feo, segundo porque lo que me gustaba era muy caro y no había de mi talla, y tercero porque todas las camisas eran de manga larga. Siempre me pasa igual, voy a comprar ropa en el peor momento. Ahora que quiero manga corta, no la hay. Cuando vaya a por la manga larga estará acabando el verano y aún no habrá llegado lo del invierno.
Me hizo mucha gracia al entrar en el Springfield y darme cuenta de que (casi) toda la ropa que llevaba era de ahí. Al menos todo lo visible. Al principio me sentí un poco ridículo, me imaginaba a los vendedores echándome miraditas a lo anuncio de Maltesers diciendo: "mira, lleva la camiseta que vendíamos el año pasado. Uy, y esa cazadora tiene más años que mi contrato!!"
Por suerte creo que no pasó, y encima luego me di cuenta que la cazadora era del Zara.
Zara, qué bajo has caído. Antes podías comprarte ropa para ponerte un día de cada día, ahora es como una tienda para cutrefashion-victims.
Al Pull&Bear ya ni entro, que la última vez casi le parto la cara a un vendedor gilipollas (además de que a mí ese estilo de ropa como que no me va). Así que me queda el H&M (que mira que me da vergüenza comprar ahí... pero es como el Ikea: barato, rápido y a veces encuentras algo potable. Y Celio. Que nunca había entrado, y no creo que vueva a entrar nunca más.
No hay tiendas de ropa para mí. Por eso no compro ropa.
Pero mañana tendré que ir a comprar algo en plan urgencia (hacía mucho que no lo hacía esto) porque mirando el armario me he dado cuenta de que tengo 4 camisas y ya las he usado todas en cenas con esa gente, así que toca novedad, que una no está para repetir. El problema es que me da tantísima pereza probarme la ropa... Una vez en un Springfield compré un par de camisetas. Ni me las probé, las vi, las pagué y me vine a casa. Al sacarlas de la bolsa me di cuenta de que eran de manga larga y una tenía un bordado HORROROSO en un lateral. No sólo no me la he puesto nunca, sino que creo que hasta la he perdido.
Y pantalones. Necesito Pantalones. Unos pantalones negros bien elegantes. Pero eso sí que me da pereza probármelo. Quedarte en calzoncillos en una tienda!!! Si al menos hay alguien fuera aguantándote las cosas... pero yendo solo es un show. La última vez que compré un pantalón lo hice a ojo, y me salió medio bien. Pude ponérmelos durante un par de meses, ahora no hay manera de meterse en ellos.
Pero yo, siempre que algo se me queda pequeño, digo lo mismo: "Ya tengo excusa para ponerme a dieta". Y nunca lo hago. La de ropa que podría ponerme si hiciera un poco de bondad... pero mientras siga teniendo mis tejanos, mi camisa del 23 y una camiseta blanca... ¡Que vivan los carbohidratos!
Mi amigo Jordi me ha invitado a una cena mañana con las de su tienda para celebrar que el sábado no trabajan o no sé qué. Es lo que tiene ser un pobre asalariado explotado, que tienes un sábado libre y te vas de fiesta el viernes para estar durmiendo hasta las 5 y perder ese día de fiesta en la cama.
El caso es que aprovecharé para que me dé un poco el aire y lucirme un poco por el centro. Tengo que fardar de corte de pelo, que estoy guapísimo. Ayer al salir de la peluquería fui a comprar por ahí y tuve algún cruce de miraditas con varios tíos. Sé que esto de por si no es nada importante, de hecho hace un tiempo me pasaba bastante a menudo... pero desde que me dejé las greñas de Camarón que ya nadie me miraba. Ahora noto que la gente ha dejado de sentir vergüenza ajena por mi cabeza. ¡Gracias Albacete!
Total, que Jordi ya ha hecho 2 cosas que me ponen de los nervios. Una es soltar una risita histérica (jijijiji) cuando le he dicho que me había cortado el pelo (...) y la otra es tirarse una semana diciéndome cada día que no me olvide que mañana tengo una cena. Me lo dijo el lunes, el martes, el miércoles no porque no nos vimos, me lo ha dicho hoy y seguramente me lo dirá mañana. Al final tendría que pasar de ellos y decir que se me olvidó, pa joderle más que nada, pero paso. Siempre hace igual, me invita a algo y luego me lo va recordando una y otra vez. Creo que lo que hace es lanzar globos sonda, a ver cómo le contesto y hacerse una idea de si a última hora me inventaré una excusa o no.
El caso es que no sé qué ponerme... Ayer me di una vuelta por algunas tiendas de ropa y me llevé una decepción. Primero por que todo era feo, segundo porque lo que me gustaba era muy caro y no había de mi talla, y tercero porque todas las camisas eran de manga larga. Siempre me pasa igual, voy a comprar ropa en el peor momento. Ahora que quiero manga corta, no la hay. Cuando vaya a por la manga larga estará acabando el verano y aún no habrá llegado lo del invierno.
Me hizo mucha gracia al entrar en el Springfield y darme cuenta de que (casi) toda la ropa que llevaba era de ahí. Al menos todo lo visible. Al principio me sentí un poco ridículo, me imaginaba a los vendedores echándome miraditas a lo anuncio de Maltesers diciendo: "mira, lleva la camiseta que vendíamos el año pasado. Uy, y esa cazadora tiene más años que mi contrato!!"
Por suerte creo que no pasó, y encima luego me di cuenta que la cazadora era del Zara.
Zara, qué bajo has caído. Antes podías comprarte ropa para ponerte un día de cada día, ahora es como una tienda para cutrefashion-victims.
Al Pull&Bear ya ni entro, que la última vez casi le parto la cara a un vendedor gilipollas (además de que a mí ese estilo de ropa como que no me va). Así que me queda el H&M (que mira que me da vergüenza comprar ahí... pero es como el Ikea: barato, rápido y a veces encuentras algo potable. Y Celio. Que nunca había entrado, y no creo que vueva a entrar nunca más.
No hay tiendas de ropa para mí. Por eso no compro ropa.
Pero mañana tendré que ir a comprar algo en plan urgencia (hacía mucho que no lo hacía esto) porque mirando el armario me he dado cuenta de que tengo 4 camisas y ya las he usado todas en cenas con esa gente, así que toca novedad, que una no está para repetir. El problema es que me da tantísima pereza probarme la ropa... Una vez en un Springfield compré un par de camisetas. Ni me las probé, las vi, las pagué y me vine a casa. Al sacarlas de la bolsa me di cuenta de que eran de manga larga y una tenía un bordado HORROROSO en un lateral. No sólo no me la he puesto nunca, sino que creo que hasta la he perdido.
Y pantalones. Necesito Pantalones. Unos pantalones negros bien elegantes. Pero eso sí que me da pereza probármelo. Quedarte en calzoncillos en una tienda!!! Si al menos hay alguien fuera aguantándote las cosas... pero yendo solo es un show. La última vez que compré un pantalón lo hice a ojo, y me salió medio bien. Pude ponérmelos durante un par de meses, ahora no hay manera de meterse en ellos.
Pero yo, siempre que algo se me queda pequeño, digo lo mismo: "Ya tengo excusa para ponerme a dieta". Y nunca lo hago. La de ropa que podría ponerme si hiciera un poco de bondad... pero mientras siga teniendo mis tejanos, mi camisa del 23 y una camiseta blanca... ¡Que vivan los carbohidratos!
Esta chorrada fue publicada
el jueves, 31 de marzo de 2005 at 22:09.
Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.
» Publicar un comentario