Todo el fin de semana sin internet. ¡Todo!

Aunque total, pa lo que lo iba a usar...

El viernes entraron a trabajar 3 nuevos a la sección. Uno vino por la mañana, resulta que también estuvo en Triangle pero no llegué a conocerlo. Por lo visto es amigo del hijo de la gran puta del que os hablé (que ya os contaré, ya). A este lo hemos bautizado como el Actor Secundario Bob, hay que verlo para creerlo. No se puede ser más alto, más estirao y tener el pelo más abombao. Es como si Simba se sometiera a una operación de cambio de sexo y se volviera jirafa.
Desvaríos zoofílicos a parte, también entraron otro chico y una chica. Me hacía ilusión conocer a la chica, pero aún no la conozco. Conocí al chico. Cuando lo vi pensé: "es gay". Y es que tiene casi más pluma que yo.
El caso es que él se llama Enrique.
Y ella, Ana.

Y yo me tiré toda la mañana cantando Las Aventuras de Enrique y Ana (son super diver divertidas de verdad).

Vino el actor secundario Bob y le dije: "¡Trabajamos con Enrique y Ana!" y dijo: "ya". "Tío, Enrique y Ana". "Sí ¿qué?" "¡La Cocouaua coño!" "¿El qué?"
No tenía ni idea.
Se lo digo a uno de postventa, y tampoco. Le sonaba a "algo freak". Se lo digo al hijo de la gran puta, y tampoco. Se lo digo al propio Enrique!!! Y nada.

Para convencerme de que Enrique y Ana no eran una ilusión creada por mí fui a la única persona de la que me fío en aquella tienda: el chico gay que hay en otra sección. "Oye, ¿tú conoces a Enrique y Ana?" "Claro" "¡Es que esta gente no!" "Son todos unos incultos"

¡Cuánta razón!

Os decía lo del hijo de la gran puta... El otro día viendo a la Esperanza Gracia (Mi queridísimo piscis...) me dijo que en el trabajo estaba muy bien valorado y que posiblemente tuviera un ascenso. Hasta aquí ni puto caso. Pero entonces dijo: "Y cuidado, Géminis, porque una persona en la que confías te va a traicionar".
¡Dios! ¡Acertó! Con retraso, pero acertó. Se lo comenté al de Seguridad con el que hablo y también flipaba. Y mientras se lo decía el hijo de la gran P estaba ahí chafardeando a ver de qué se enteraba y yo le decía: "no te lo puedo contar".
Al final se lo solté, por pesao, en su puta cara: "Pues nada, que me dijo algo que me ha pasado. De hecho me dijo algo que me hiciste tú. Me dijo que una persona en quien confiaba me iba a traicionar."
"Pero yo no te traicioné!"
"Sí lo hiciste."
"Yo no sabía que querías subir a 39"
"Llevaba una semana diciéndotelo"
"Pero no que lo ibas a pedir"
Total, para no discutir saqué el cutter del cajón y le corté el cuello. Luego le arranqué la cabeza, la colgué de la lamparita del mostrador y dejé su cuerpo en uno de los lineales, entre Xbox y Gamecube.

Ahora que el Lobby Gay ese del que se habla tanto ya tiene poder y que poco a poco vamos a ir conquistando el mundo (y, por qué no, el universo), haremos que el asesinato selectivo de heterosexuales sea legal. De hecho yo, que seré Dios juez y reina a la vez todo junto, podré cargarme a quien me dé la gana.

Ah, para ser aún más cool me compré un iPod. Hay quien dice que ya están pasados de moda. Pero ¿y qué? Me hincho. 60 gigas de iPod Photo. 450 euros. Y mi encargado me dice: ¿Para qué te gastas 30 euros en las fundas oficiales? Píllate una de móvil que es más barata.
Si es que... te gastas el sueldo de un mes en un mp3 de mieeeeeeeeeerda sólo por que es iPod y encima quieren que lo pongas en una funda cutre de vaca.

¡Muerte a las vacas!

Y para acabar: mi hogar ya es un hogar civilizado. Mañana nos terminan de poner el aire acondicionado.

Y encima mi cuñada y mi hermano me han dicho que si encuentran un piso o casa que les guste se van y me alquilan el suyo. Alquiler con derecho a compra les dije yo. De acuerdo, dijeron ellos.

Hale, me voy a dormir.

Esta chorrada fue publicada el lunes, 4 de julio de 2005 at 00:40. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.