Bueeeeeeeno.

Veo que os lo pasáis genial a mi costa con el rollo del peinado cholo opá, pero os vais a callar ya, ¡putas!

Hoy ha sido un día de esos en los que me han pasado tantas cosas, que no me acuerdo ya. Intentaré rememorarlas.

La mañana ha sido un tostón, pero ha pasado rápida. He salido un poco tarde y me he puesto histérica porque había decidido que el corte de pelo no pasaba de hoy. Mientras decidía qué iba a hacer me he puesto a hablar con la Cristina y la Jenny sobre las maravillas de las Chicas Gilmore hasta que he visto que ha venido la Toñi, que le había dicho que no podía acompañarla de compras porque me iba pitando y para quedar bien la he acompañado hasta la puerta del centro comercial y me he ido yo para el tranvía.

Era la segunda vez que cogía el tranvía (la primera que lo cojo solo) y no sabía qué hacer. Me sentía observado. Como en el iPod se ha puesto a sonar música cool, me he pegado a una ventana a mirar pasar la Diagonal y todo su montón de edificios en obras.
Luego he cogido la línea 1 y he llegado a la conclusión de que Odio el Metro. Llego a estar 2 paradas más y juro por dios que salgo corriendo y gritando como una posesa ¡¡qué agobio!!

He llegado a la pelu y lo primero que me he encontrado ha sido al marido de la peluquera agachado y con el culo en pompa. Yo lo he esquivado como he podido y he ido a sentarme, pero no me ha dado tiempo porque me han dicho que pasara ¡YA!
Total para nada, porque entonces se han ido todas las peluqueras, aprendizas y oficialas a peinar a una mujer que había por allí y yo me he quedado leyendo el HOLA y el entierro de Rocío Durcal.

Al final la peluquera me ha cogido me ha hecho ZAS!!! y me ha dejado la cabeza a lo militar salido de película de Bel-Ami. Yo me he metido en mi papel y me he tirado a su marido en la sala de los rayos uva.

No.

He salido y me he ido a coger el autobús para venir a casa.
En él he llegado a la conclusión de que Odio el Autobús. Además yo no sé qué les pasa a los de la TMB pero cada vez que me ven coger un autobús meten a alguien con un carrito de bebé. Qué tocada de huevos. Y encima me he encontrado con mis vecinos los kiwis, y me sonaban los Morningwood cantando el Nth Degree y casi me pongo a hacer la mega-puta colgada de la barra a lo Demi Moore pero he pensado que bastante tienen con escucharme luego berrear la de "Quién es ese hombre" de Mcnamara.

He llegado a casa y me he quitado absolutamente toda la ropa porque estaba harto de todo lo que llevaba puesto. He llamado al digital para pagar un recibo que había pendiente porque mi madre estaba histérica que se iba a perder el Barça y cuando lo he pagado se ha enterado de que lo dan en TVE.

Mientras estaba ojeando el post que he abierto en Mundodvd ofreciendo mamadas a todo el mundo (el diva-post más absurdo y ridículo -y a la vez más divertido- que se me ha ocurrido abrir nunca) me ha mandado un mensaje la Laia pidiéndome que quedáramos.

Me ha dicho algo que me ha llegado al alma (de verdad), que necesitaba un amigo. Así que hemos quedado para ir a dar una vuelta y hemos acabado en el cine viendo Misión Imposible 3.

Luego hemos salido y nos hemos puesto un cd de mp3 que le grabé y del que sólo funcionan 13 canciones, pero son 13 canciones fantabulosas entre las que están el Unwritten de la Natasha Bedingfield que hemos decidido ES nuestra canción.

Luego he llegado a casa y me he dado cuenta de que mañana no madrugo porque voy de tarde. Uno me pidió que le cambiara el turno para poder ver el Barça y a mí me da igual. Así puedo irme a dormir a las tantas.

Y... se me olvidan cosas, pero no sé cuáles.

Os dejo disertando sobre los mullins esos.

¡VIVA RUPPERT!

Esta chorrada fue publicada el miércoles, 17 de mayo de 2006 at 01:14. Puedes dejar un comentario. Pero no seas puta y fírmalo.