<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d7433086\x26blogName\x3dHidroboy+Classic\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://hidroboyclassic.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://hidroboyclassic.blogspot.com/\x26vt\x3d731407589870964681', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Crisis

Si hay una palabra que define este fin de semana es esa: CRISIS.

La primera crisis me vino el... ¿viernes? Por la noche. Al irme a dormir, como siempre tardo un rato que me quedo medio traspuesto pensando cosas, me acordé del instituto. De la gente del instituto. Pensé por qué perdí el contacto (deliberadamente) con todos ellos. Pensé en mis amigos. Por qué perdí el contacto (deliberadamente) con mis amigos. ¿Por qué hicieron algunas de las cosas que hicieron? Y de repente... ¡placa! El Albert.
Para los que me conozcáis, Albert es Batman.
Para los que no, Albert era un tío que siempre me había gustado que al dejarlo con la novia se revolucionó y con el que me lié una noche de... ¿verano?
Acabo de pensar que en este post no voy a admitir comentarios. No sé por qué, fíjate. Además todos los que hagan referencia a lo que no tienen que hacer referencia (osea, a lo fantástico que soy) serán borrados.
Como decía, después de liarme con Albert (que nunca os lo he contado a ninguno de vosotros, pero digamos que el rollito no empezó aquella noche) misteriosamente se volvio un pastillero...
...

...

¿Entendéis por qué no voy a permitir los comentarios?
Pues sí, Albert se puso a traficar o algo con pastillas (fue una de esas tantas cosas que no acabé de entender por que nadie me quiso explicar nunca -seguramente por que sabían que lo acabaría publicando en este blog-) y dejé de verlo. Y cuando lo veía era como si no lo viera por que era una persona totalmente distinta.
En fin.
Pues eso, que el viernes por la noche me acordé de él y me tiré toda la noche soñando con él. Si no recuerdo mal el sueño era como una carrera de obstáculos hacia la mamada perfecta: él y yo lo teníamos todo preparado pero no paraban de pasar cosas que nos impedían ponernos a ello.
Me desperté el sábado muy agitado (y... otras cosas que acaban en "-ado", por ejemplo: cansado). Me desperté agitado y cansado y me pasé todo el día en crisis pensando si tenía que hacer algo por recuperar el contacto con Albert. De todos los que dejé atrás es del único que me interesaría saber qué fue de su vida y si fui tan nefasto para él como creo que fui.
Lo sé, soy un destructor de identidades sexuales pero ¿Y QUÉ? Me hincho. Y por eso tengo yo este trauma y cada vez que sale la luna llena me da por pensar que todos los heteros son gays reprimidos.

Por la noche, para desquitarme, fui al cine con P, M, J y A, y antes fuimos al Araguil a comer falafel. Me puse hasta el culo de Falafel. Me comí como 3 o 4 falafel (además del hummus, del pan de pita con carne de ternera esa y de la salsa de yogur... mmm...).
Luego vimos Los Padres de Él. ¿Qué se puede decir de Los Padres de Él que no se haya dicho ya? No lo sé.

El caso es que hoy domingo ha pasado como un domingo cualquiera (pero sin negros con grandes rabos duchándose junto a mí) hasta esta noche.
He estado todo el día pensando: "Tengo que llamar a Microsoft para que cancelen la cuenta de Xbox Live que abrí con un cupón gratis de 2 meses, por que me van a cobrar los 60 euros de la suscripción automática anual y este mes no me va nada bien".
Así que a eso de las 3 he pensado: "Mañana sin falta tengo que llamar, voy a mirar el mail que tengo para ver el teléfono".
Y entonces... la hecatombe.
La segunda Crisis.
La suscripción se renovaba ayer, Domingo 13.
Histérico he ido corriendo (sin hacer ruido para no despertar a nadie) a por el teléfono y he llamado pensando (iluso) que tal vez fuera un teléfono 24 horas. Pero no. Sólo están de 8 a 23:00 de lunes a sábado y de 8 a 17:00 los domingos.
¿Qué podía hacer?
Aún no me sale la operación reflejada en el extracto, tal vez pueda cambiar los datos en la consola y poner la Visa de débito de la que no podrán cobrar nada, pero me negaba la operación.
Y entonces, lo he visto.
El Armagedón.
Según mi Xbox Crystal, mi suscripción acababa de ser renovada.
Tengo Xbox Live hasta el 13 de febrero de 2006 (estáis invitados a casa a jugar, si sobrevivo a lo que me espera, claro).
Y además tengo un extracto de VISA más grande que la polla de John Holmes.
El pánico ha hecho presa en mí (otra vez) y he ido corriendo a cancelar pedidos. Por desgracia sólo tenía uno en DVDSOON de 13 euros (¬¬) y otro en EzyDVD que aún no me han cobrado y que espero puedan anular (19 euros).
Pero aún así... necesito que vaya mucha gente a comprar con tarjeta al super de mi madre, así se me llenará la cartilla del datáfono y podré hacer desfalcos sin que nadie se dé cuenta para reducir la VISA. Dios, ¡soy como Mario Conde!
Ahora os entiendo, Roldán, Vera y Barrionuevo. Ahora te entiendo, Zaplana. Ahora entiendo a los Albertos, a las Koplovitz y a Doña Rogelia.
Y es que es triste pedir...
Y por eso no voy a hacerlo, prefiero robar y que nadie se entere.
Pero claro, ahora que ya lo he publicado por aquí, pues se ha enterado todo el mundo.
En fin, esperemos que un blog no sirva como prueba de un delito y así podremos cometer Murders in Luango Street.

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

» Publicar un comentario