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Freaky Monday (Parte 2)

Hecho ya el paréntesis y habiendo aprovechado para insultar un poco y descargar ese rencor que dicen que tengo (si lo dicen será por algo, digo yo) vamos a continuar con la maravillosa narración del FREAKY MONDAY antes de que llegue otro monday y se me olvide.
Antes de empezar que sepáis que ayer al final no fui al japonés de música hortera sino que fui a una especie de McDonald's Libanés (o algo así). Os aviso: mezclar comida libanesa con Vichy es muuuuy peligroso. Y no lo digo por mí ¿eh? Hubo un damnificado en la cena que a día de hoy tal vez aún no se haya recuperado de su ataque de risa.

En fin, sigamos:

FREAKY MONDAY 2
El mantón de la folclórica


Sé que pensáis que la folclórica soy yo. Pero no. Durante la cena, cuando la Brondo preguntó eso de "¿Trabajáis en esto?" surgió la conversación sobre los contratos de los artistas. "Artistas y toreros" decían unos, "Artistas, folclóricas y toreros" decían otros.
Cuando terminó la cena y nos comimos el pedazo de pastel fuimos a tomar algo. Una vez fuera me fijé que éramos muchos con bufanda pero que sólo la Brondo llevaba una del tamaño de Texas, rollo mantón de manila.
Ahí estaba, el mantón de la folclórica.
Primero fuimos a un local de la plaza real que creo se llamaba Nivel 13 o algo así. Al llegar vi una pedazo de cola ahí en medio y pregunté "¿Esta cola es para entrar?" Inexplicablemente mis amigos se fijaron en otra cola, la de los indigentes durmiendo en el suelo, y de ahí surgieron las típicas bromas crueles "están esperando a que abran taquillas para comprar entradas de las Spice Girls" y cosas así. Ya se sabe que cuando uno sale de fiesta la justicia social se deja en casa.
El local este era, como dijeron P y M, un puticlub sirio trasladado por partes. Yo debe hacer mucho que no salgo de fiesta por que juro por Dios que no reconocí ni una de las canciones que pusieron (si se les puede llamar canciones). Los camareros eran ex-tre-ma-da-men-te gays, y el ambiente de paredes rojas y suelo de moqueta no ayudaba a quitarse de la cabeza la idea de Cuarto Oscuro fashion. Había unas columnas de espejitos que, ya lo dije en su momento, me las habría follado.
Luego cambiamos de sala, fuimos a una un poco más... como Chill Out... o algo así. Poca luz, paredes claritas, espejos y música R&B. Ocupamos varios asientos, la Brondo bailó un rato y luego nos fuimos. Yo creí que ya volvíamos a casa... pero no.
Fuimos a otro local cuyo nombre no recuerdo que era una especie de club de jazz o algo. Lo curioso era que el local en sí estaba cerrado, sólo nos dejaban quedarnos en el pasillo que llevaba a la sala grande. La Brondo intentó aprovecharse de su fama para que nos dejaran pasar (cosa que me hizo especial ilusión) pero no sirvió de nada. De repente empezó a llegar gente al local y aquél pasillo cada vez se parecía más al camarote de los Hermanos Marx; a día de hoy aún no sé por qué no abrieron la sala, con la de gente que había ahí. ¡Y era un lunes!
Mientras esperábamos vi que entraba uno que había ido conmigo al instituto. Tenía una pinta de Universitario bastante repelente y se ve que iba por ahí hablando con sus amigos diciendo: "Hem acabat els exàmens". Dios, ¡qué horror! En ese momento me alegré muchísimo de haber perdido contacto con toda esa gente.
Cuando ya nos cansamos de estar esperando algo que no iba a llegar nunca, decidimos cambiar de sitio.
Como quiero alargar esto un poco más voy a dejar el último "local" para el último capítulo:
"FREAKY MONDAY: ¡Eres mi héroe!"

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