Me hago mayor.

Lo siento en el aire. Lo siento en la tierra. Lo siento en mi culo y en mis articulaciones después de una noche de fiesta. Lo siento en la resaca, que tarda demasiado en irse.

El sábado me propuse hacer borrón y cuenta nueva. El susodicho ya estaba avisado: no me llames, que esa noche es para mí. Y tú verás cómo llego a ella, si llego contigo o sin ti. Que estoy hasta el coño de temblar como una loba herida.

A las 22:00 quedé en Universitat con KP, que me había dicho que si se venían unas amigas suyas a cenar pero le dije que mejor que no, que necesitábamos un poco de Terapia Big Mac (dícese de cuando dos amigos se sientan delante de un plato de comida grasosa y aceitosa y se cuentan todas sus penas). Mientras esperaba a KP me llamó Jor, con sus dramas, diciéndome que si quería me pasaba a un novio que se ve que le sobran y no sabe qué hacer. Hicimos un pequeño casting y creo que acordamos que lo más adecuado era el abogado.

Cuando vino KP nos fuimos al VIPS. El susodicho llamó un par de veces cuando iba en el metro pero me hice el sordo. Y en el restaurante igual, le mandé un mensaje diciéndole que estaba cenando y no podía hablar, así que nada. KP y yo nos contamos todos nuestros traumas y llegamos a la conclusión de que estábamos viviendo vidas demasiado parecidas.
Después del VIPS y de la cantidad inmunda de comida que desperdiciamos nos fuimos a tomar algo porque era muy pronto. Por el camino, no sé por qué, llamé al susodicho que estaba emborrachándose con sus amigos y con su ex. "¿Quién es?" preguntó la ex. "Nah, un colega" contestó él.
Le colgué y me fui a beber con KP.

Como era obscenamente pronto para entrar en Aire, nos fuimos al NO-ME-ACUERDO-CÓMO-SE-LLAMA-ESE-BAR-DE-LA-ESQUINA y nos tomamos el primer cubata de la noche. KP no paraba de hablarme de una canción que no sé qué de las Stars. Hicimos las primeras confesiones sexuales de la noche y llegamos a la conclusión de que, para ahorrarnos problemas, si esa noche cometíamos actos vandálicos (por delante o por detrás) al día siguiente no nos acordaríamos de nada.

Tiramos pa' Aire. No había mucha gente, pero había ambientillo. Camareras nuevas y tal. La música: una mierda, como siempre. ¿Los tíos? No micrófonos. Cuando saqué el abanico todos me miraron raro. Y luego se morían de calor mientras yo conservaba mi integridad. Como no tenía cobertura no recibí las tres o cuatro llamadas perdidas de rigor que me hizo el susodicho.
En Aire nos encontramos con toda la troupe y más tarde se sumaron dos más. Una de ellas, Majo, es oscena. Y una vez le dijimos no sé qué de Mónica Naranjo y ella nos sorprendió con un: "Uy, Mónica Naranjo... hace mucho que no la veo!" y se quedó tan pancha. Tiene mucha clase.

Bailamos un horror y como a mí no me subían los cubatas bebí un horror también. Creo que me bebí cinco o seis cubatas, no sé. Además de lo que plimplando a la gente. Mucho chico mono, pero yo que no tenía ganas de sexo. Me preocupé.
A las 2 y media nos fuimos, por dos motivos: primero porque no queríamos escuchar la canción de Aire. Bueno, yo no quería, que sabía que si la escuchaba me iba a rayar. Y además pusieron La Quinta Estación y su Me muero por quemarte vivo y arrancarte la piel a tiras que también nos deprimió.
Al salir saludé a mi ex-cuñado, que estaba por ahí. Él no sabe nada. En realidad fue mi ex-cuñado antes de que el susodicho me diera puerta porque resulta que lo de llamarse "tato" no era porque fueran hermanos, sino que se querían mucho. Una historia rara de violencia.
Dos besitos, un "¿qué tal?" más falso que el pelo de Sarita Marvelous y hasta otra.

Visita al arbusto de mear. Lo echaba de menos. KP se puso a hablar con Cris, que estaba en su casa durmiendo porque se iba a Japón o algo así y yo me puse a cantar la canción del disco chino mientras meaba.
Llamé al susodicho cuando me llegó el mensaje de las tropocientas llamadas perdidas y comprobé que iba MUY borracho. Yo también. Y como él estaba perdido en un pueblo de la geografía alto-aragonesa que no nombraré porque me da sarpullidos, pues tenía poca cobertura.

Fuimos a la Classic. Que estaba hasta arriba. Ya han echado al Lluís. O se ha cambiado de barra y no lo vimos. Pedimos cerveza, como dos buenas machas que somos (sobretodo yo!) y porque el cubata se paga y es una mierda. Había demasiada gente, me dolían los pies, la música era una mierda y yo me moría de calor. Como vi a KP un poco agobiada le dije que cuando quería nos íbamos y ella me dijo que cuando yo quisiera nos íbamos. Así que nos fuimos. Y al salir, casualmente, nos encontramos con toda la troupe de antes que venían a buscarnos. Se iban a La Femme, creo. La verdad es que no me enteré de nada.
Sólo sé que, después de tanto llevar las chanclas Hilfiger y con el corte de mi dedo aún latiente, decidí irme a casa obscenamente pronto también porque NO PODÍA MÁS.

Es lamentable ver dónde acaban las reinas de la fiesta tras un lapsus en su vida social.

Al llegar al metro el susodicho me llamó para decirme...


Aquí es cuando os explico, como si fuera J.K. Rowling, que en realidad este post lo posteé el lunes pasado y al rato lo guardé. Me sentía un poco mal por todo lo que había escrito después del "para decirme..." por varios motivos.
El primero, que contaba demasiado sobre mi vida privada. El segundo, que soltaba demasiados tacos e improperios: como buena diva en estado post-alcohólico me dejé llevar.

Por suerte la cordura sigue sin hacer mella en mí y, aunque debería dejarlo para exorcizar mis demonios, prefiero borrarlo esperando que, después de todo, la cosa no acabe taaaaaaan mal.

Iba a hacer una metáfora aprovechando un comentario que me han dejado diciendo lo de "barrer la escalera".
Y curiosamente ahora mismo oigo a alguien pasando la escoba por el descansillo de mi casa.

Y la canción Love Life de Alcazar es LO MÁS.

¿Que cómo están las cosas? Fatal.

Hablamos de mi idea, le pareció bien. Pero fue uno de esos "bien" en plan: "aha, pero me da igual".
Al día siguiente me trató como a una mierda, le canté las 40. Por la noche me dijo que, cuidao, se había dado cuenta de que lo nuestro no tiene futuro.
No te jode, le dije, si nunca has movido un puto dedo por mí ¿qué coño de futuro iba a tener?
Eso sí, cuando se trataba de recibir, bien que recibía...

Pero bueno, que se acabó. Ahora toca hacerse a la idea. Yo, que soy propenso a perder la dignidad, la he perdido, la pierdo y la perderé varias veces. Hasta que me canse y a otra cosa, mariposón.

El día de ayer fue tremendamente absurdo.

Primero me despierta una llamada suya para decirme que se va a limpiar al local. Felicidades. Yo me vuelvo a dormir.
Al rato me despierta un vecino escuchando Julieta Venéreas mientras canta: "Me voy. Qué lástima, pero adiós"
Me animó.
Le llamé yo para ver si aún estaba limpiando. Y sí.
Luego me llamó para hablar después de comer y le dio por ponerse borde. Me cagué en él y lo dejé para más tarde.

Me pasé la tarde intentando encontrar algo que hacer pero la calor y el cabreo me impidió moverme de casa.

Todo el mundo se pasó el día entero preguntándome por teléfono y por messenger si tenía luz en casa. Y yo flipaba. Hasta él me pregunto, desde allí, si había luz. Me asusté pensando que había un apagón en todo el país.

A última hora (cuando ya había decidido comenzar la campaña: "Cómprale un novio a Hidroboy", que os la explicaré en breve que ya casi tiene cartel y todo) quedé con Pol para ir a cenar, a que nos diera el aire y a hacer fotos de Barcelona a oscuras.
Justo antes de salir me llama para decirme que tiene unas canciones que quiere que escuche. Yo quedo totalmente fuera de juego. Y es que así no voy a poder jugar.
Joder, que no quiero que la cosa termine de golpe y porrazo pero tampoco seguir hablando como si no pasara nada.
Y más aún si él se niega a hablar y a ayudarme a entender qué coño le pasa.

Cena en el VIPS. Mucha gente y nada de salsa para los nachos, así que tuvimos que improvisar. Aitziber me alegró la noche diciéndome que todos los tíos me miraban y que yo estaba en mi punto óptimo (vuelta y vuelta, decidimos) porque no soy ni muy macho ni muy maricón. Le molo. Se puso roja y todo cuando empecé a gritar "¡¡Le molo!! ¡¡Le molo!!"
Luego postre. Pedí Mango y Vainilla y me trajeron Café y Leche Merengada. Un error vale, porque no había del otro helado. Pero dos errores helados no. Es intolerable. Es una purrrrquería.

Me lo comí, porque pasaba de pelearme que ayer había bastante descontrol en el VIPS.
Iba a comprarme lo de Fangoria, pero no lo tenían.

Aitziber se fue andando a casa y Pol y yo nos subimos a Merche y mientras escuchábamos Fangoria fuimos a dar vueltas. Unas fotos en la Sagrada Familia chulísimas. Si hasta le han publicado una a Pol en la portada de El Periodico.com.
La mía no la han publicado y no es tan chula, pero a mí me vale porque sí (y punto).



Luego fuimos al hospital de San Pablo que también quedó muy chulo. Me hizo una perdida. Que creo que no era para mí porque le pillé un poco por sorpresa. Ese hecho ya me dio bastante a entender sobre cómo se está tomando las cosas.
Le recordé que hacía menos de una semana me prometía el oro y el moro y ahora me decía que futuro, cero.

Hablamos un rato y se puso así muy tierno prometiendo que me iba a ayudar y tal y cual... pero hoy ha vuelto a las andadas.

Está a un paso, no de que le mande a tomar por culo, sino de que lo haga a lo V de Vendetta: con fuegos artificiales y todo.

Qué jeby nena.

QUÉ JEBY.

...tiene un finá!!!!

La vida apesta. Qué le vamos a hacer. Las cosas empiezan y terminan. La gente viene y va. Y tal y como mi dijo mi gran amigo y gurú, Raúl: "La gente pasa por tu vida y tienes que aprender un poquito de cada uno antes de que se vayan."

Ya que todos estuvistéis ahí para ver cómo empezaba todo con Al, es lógico que estéis cuando termina (o cuando está a punto de, que viene a ser lo mismo). Muchos milagros tendrían que obrarse para que la cosa se salve.

Hagamos balance.
8 meses.

Los primeros 3 meses fueron demasiado acelerados. Él no se podía creer lo que le estaba pasando y a mí se me fue de las manos. Ahora miro atrás y me doy cuenta de que nunca supe exactamente a lo que (ni con quien) estaba jugando. Para mí todo era demasiado fácil y demasiado bonito, cuando en realidad él estaba puteado como pocos lo están. Yo no me daba cuenta: no me quise meter en temas que suponía que ni me iban ni me venían. Me equivoqué.

¿A qué llevo eso? A una separación de mentirijillas. De las de "te dejo, pero seguimos igual ¿eh?". Eso fue... a los 4 meses o así. Curiosamente a partir de ese momento es cuando mejor hemos estado. A él se le fue la olla en alguna ocasión y en alguna otra le dio por putearme (a propósito o no, ni lo sé ni me importa). Esa fue la época en que cada semana le decía a todo el mundo que le iba a dejar pero nunca lo hice.
Como dijo Raúl: "Eres un cobarde sentimental". Pues sí nena. Pero ¿y qué? Me hincho. A llorar, pero me hincho.

Cuando Al me dijo que me dejaba le dije, en plan sentencia glamourosa: "Ahora me dejas tú. Pero no quieres que llegue el día en que sea yo el que te deje a ti." ¿Por qué? Porque siempre he sido yo el que ha tirado del carro y lo bien que le ha ido. Sé que en el momento en que deje de tirar se va a pegar la hostia de su vida.

Luego vino mi etapa absurda. En esa etapa se me juntó todo: trabajo, él, familia, ambiente, el Epi Risitas... me hundí. Él estuvo ahí. A su manera, pero estuvo ahí.

Y después de eso le di un ultimátum. No podía seguir a medias en todo, ambos necesitábamos centrarnos de una puñetera vez en algo. Yo pasaba de centrarme en mi curro porque de donde no hay no se puede sacar, así que prefería centrarme en él. Él no lo tenía tan claro.
Tuvimos una charla, una de esas charlas fatídicas de dos o tres horas, en la que le pedí que si realmente quería estar conmigo hiciera un pequeño esfuerzo por cambiar algunas cosas.
Y lo hizo.
Lo hicimos.

Los últimos dos meses han sido los mejores. Llamadas y mensajes y vivencias juntos que, seguramente, no se volverán a repetir. Fui a verle a Huesca. Fue una maravilla. Con algún roce, como es normal, pero de maravilla.

¿Y por qué se tiene que acabar?

Porque yo necesito más y él no me lo puede/quiere/intenta dar. La vida le ha tratado como una mierda y eso le lastra mucho. Además aún tiene a otra persona ocupando un espacio que debería ser mío (tanto por quién soy como por lo que he hecho por él) y no mueve ni un dedo por demostrarme que quiere estar conmigo.
Todos tenemos nuestras manías. Yo soy demasiado insistente. Y se juntan el hambre con las ganas de comer.

Desde hace unos días me estoy dando cuenta de que, aunque le quiero con locura, si no le tuviera "a mi lado" estaría exactamente igual. Y es triste llegar a eso. Pero cuando estás con una persona y te vas a dormir sin sentirte lleno es que algo falla. Y los dos sabemos que el único que puede hacer algo por arreglarlo es él, y no puede/quiere.
Le doy mil opciones y mil oportunidades y sigo sin recibir nada. Luego me sale con dudas y temores que ni él sabía que estaban ahí. Y yo ya no aguanto más.

Ahora mismo estoy por casa escuchando RuPaul y tal mientras espero a que me llame para decirme qué le parece la última idea que he tenido para intentar que la cosa funcione. Como le he dicho, a veces cuando una pareja no acaba de funcionar la solución no es bajarse del autobús sino ponerse a cantar el Chitty Chitty GANG Bang y tirar p'alante a lo loco. Total, si ya está todo perdido...

Me jode pensar que a pesar del esfuerzo (en todos los sentidos) que he hecho por esta relación la cosa esté condenada a no funcionar.
Pero esa es la historia de mi vida.

How do I look? You look good.
How do I feel? You feel good.
Looking good and feeling gorgeous.




Puta Alaska!!! Ahora se pone a cantar el Miro la vida pasar... será zorrona la tía...

Llevo unos días de descubrimientos totalmente increíbles. He descubierto que si mueves la mano derecha una línea de teclas sobre el teclado a la izquierda, cuando vas a escribir "Pues" escribes "Oyes". Es como cuando estás hablando con un amigo y le vas a decir "Nena!!!" pero tienes la mano mal puesta y escribes: "Enna!!!!" y de repente te crecen las orejas y te conviertes en Elfa o algo.

La otra cosa que he descubierto es que si vas al Google y buscas "Chulazo de Escándalo" el primer resultado que sale es el Kill Pili. Seguido de cerca por Desperate Housegays.
Y si vas a la parte de imágenes ¡¡¡¡HAY UNA FOTO MÍA!!!! (de verdad de la buena). Haced la prueba. Al que encuentre la foto le hago una mamada gratis (si me apetece).

Y... no sé qué más os puedo contar. La verdad es que tengo ganas de hablar más bien poco.

Como dijo la Terremoto:

Thank you, Madonna, for not calling the police.

A mamarla a Parla!!!

Hola amigas reputas.

Que sepáis dos cosas importantísimas para la vida de cualquier marica cosmopolita. Por un lado han dado luz verde al proyecto de la película de Sexo en Nueva York. La guarra de Kim Cattrall ha aceptado el mega-salario que le pagan y por fin tendremos nuevas aventuras del grupo de reputas más chic de toda Nueva York (más incluso que las Scissor Sisters).
¿Qué ocurrirá en la película? ¿Le veremos el rabo a algún chulazo? ¿Carrie se casará con Mr. Big? ¿Miranda se comerá a su hijo y dejará a Steve, el hombre uni-huevo, para tirarse al negro aquel que era bombero o no sé qué y que estaba buenorro que te cagas? ¿Matarán a la petarda de Charlotte? Y lo más importante ¿sufrirá mucho, verdad?

¿Y qué haran con Samantha? ¿Se operará y se hará un hombre para disfrutar de su rabaco?

Todo esto y mucho más, en 2008. Guión y dirección de Michael Patrick King. Que hizo muchos capítulos y tal.


Y la otra cosa que vuelve (esto será más pronto que Sex & the City) es esto:



Aquí sí que hay putas, reputas, pollas y chulazos por un tubo. Si os gustó Lo Que Surja (toma ya apropiamiento indebido de las ideas ajenas para darme bombo) no os perdáis esta tercera temporada porque esto, al ser escrito, va a ser más porno que la vida de Nacho Vidal. Sexo, drogas y música petarda por un tubo.
Como dijo la psicofonía del último capítulo de Cuatro en Alicante:

"¡¡¡OS VÁIS A CAGAR!!!"

Hoy me han mandado un MMS súper porno. Tengo el coño que me echa chispas.

Hoy me he levantado anonadado. Zapatero ha cambiado a los ministros. No tiene nada que ver una cosa con la otra, yo me he levantado anonadado porque vivo en el anonadadidato, como Sofía Mazagatos.

Resulta que tenemos ministros nuevos y no puedo evitar hablaros de ellos. Como el 90% de los españoles yo soy de los que piensan ¿Y QUÉ que cambien los ministros?
Voy a seguir sin poder irme de casa, vamos a seguir siendo atacados por hordas de islamistas que vienen a quitarnos el trabajo y los maricones podremos... perdón, podrán, seguir paseando por las calles como si nada.

Pero en "Estoy Bailando" siempre estamos al pie de la noticia. Cierto es que también estamos a los pies de muchos hombres pero ¿y qué? Nos hinchamos.

Vamos allá:



MINISTERIO DE SANITY
Sale Elena Salgado, entra Bernat Soria.
Bernat Soria
Este hombre que véis aquí posando delante de la casa de Dolly Parton (como poco) será el encargado de que la próxima vez que se me caiga un cristal en el dedo los doctores me atiendan antes de que la herida cicatrice por si misma. A mí me recuerda a Josep Cuní, pero en gordo. Es elegante, el menos eso lo tiene, y la barba le va bien con el rol de científico loco a lo Ana Obregón que tan buenos resultados da entre el público. Es investigador de no sé qué de la diabetes y las células madre. Pero eso nos da igual.
¿Qué le pedimos? Que vea Anatomía de Grey. Queremos doctores buenorros, cojos y con mala leche también. Queremos enfermeras putonas, queremos que hagan hospitales sólo para abuelos y que cada vez que vayamos al médico podamos echar un polvo con algún celador que marque pezones.
Y queremos que cuando entres en Urgencias suene la musiquita de la serie americana y te atiendan gritándote como si les fuera el Emmy, perdón, la vida en ello.
Ah, también le pedimos que en pro de la salud pública mental elimine de la parrilla Hospital Central. Bastante deprimente es ir al hospital como para descubrir que ¡¡el de la serie podría ser real!!
Muerte al Dr. Vilches señor Soria.



MINISTERIO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Elena Salgado sustituye a Jordi Sevilla.

Ésta mujer tan estilosa que parece la gremlin mutante y que está a punto de decirte "tírame del dedo" es Elena Salgado. La impulsora de esa magnífica ley que hace que ¡por fin! puedas respirar en los bares. La que ha provocado que los no-fumadores coman solos y hablen con las cartas de los restaurantes mientras todo el mundo se monta el picnic en la puerta del restaurante. La que casi la lía con la ley del vino y la que la lío con los Whopper.
No sabemos qué coño hacen en el ministerio de administraciones públicas. Pero si se trata de administrar dinero le pedimos que, por favor, nos administre algo a nosotras. Y que nos suministre también. Helena, antes de irte de Sanidad hazte un lifting. Ya te lo pago yo, si eso.
Qué suerte has tenido, perra.



MINISTERIO DE MAGIA... PERDÓN, DE CULTURA
(Que en este país viene a ser lo mismo)
Sale Carmen Calvo y entra César Antonio Molina

Tiene gracia que vaya a hablar del ministerio de cultura y me salte Paris Hilton en el Scrobbler...
A lo que iba. Se fue Carmen Calvo, que era tonta. Entra Molina, que es feo. Como dirían The Movidas: ¡¿Dónde vas, Michael Knight?! Para empezar, César, te pedimos que te depiles las cejas y te cortes el pelo. Vale que cuando eras director del Instituto Cervantes no te relacionabas con nadie y tu sueño era morir enterrado bajo miles de copias del Quijote que caían de las estanterías. Pero ahora eres ministro, has de dar buena imagen. Olvídate de firmar más libros gordos, grandes y llenos de polvo que no le interesan a nadie.
Te pedimos, por favor, que le des un canal al Tomate. Y que propongas un exterminio general. Separa las Españas. Pon un muro.
Tú que eres un hombre de letras e inteligente, no como la otra, consigue que la gente vaya a ver cine español. Y arregla lo de la ley del cine, que da rabia. Y contrátame para algo, que mira lo culto que soy cuando quiero. Lanza una campaña para reivindicar que Harry Potter es, en realidad, de Calatrava de la Reina. Dejad ya al pesao de Cervantes que parece que sólo tenemos un puto escritor en este país. Impon Los Micrófonos como himno nacional. Y lo que nos íbamos a reír en los mundiales.
Y no te asustes cuando te hagan fotos coño, sólo es una cámara.

Y ahora, los tambores.

Bueno, nuestra favorita.


MINISTERIO DE VIVIENDA JAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA CUIDAO, QUE ME DA
(Se llama así el ministerio, ¿qué pasa?)
Se va la Trujillo, entra Carme Chacon.

Carme Chacon nos cae bien. Es catalana. Y sale en el programa de Josep Cuní. Una pena porque ahora sólo nos quedará la Rahola. En la foto vemos que Carme ha cometido un error: el fondo rojo. Cariño, ya sabemos que eres sociata. ¿Y si un día quieres ser la nueva Josep Piqué? No podrás borrar tu pasado comunista y lésbico (porque lo digo yo) y te quedarás ahí con Cristina Almeyda.
Carme Chacon nos parecía joven y guapa. Gracias a esa foto hemos cambiado de opinión.
Aún así nos cae bien y nos parece maja. Tiene pinta de que cuando entre en el mega despacho de la ministra de los micropisos le va a dar un yuyu. Yo me la imagino ahí rodeada de papeles mientras los de V de Vivienda intentan colarse en su casa. Ay Carme, si no sabes torear ¡pa' qué te metes! Vas a morir enterrada entre papeles (aunque mira el lado bueno, serás la envidia del Molina, el nuevo de Cultura).
¿Qué te pedimos? Pues nada que no sepas ya: queremos irnos de casa. Que los pisos bajen (o mejor aún, que los salarios suban). Quiero que mi chico se pueda venir a vivir a Barcelona sin tener que vender un riñón para pagarse el alquiler ni traficar con drogas ni con diamantes africanos ni cuernos de elefante.
También quiero que me arregles el baño y me hagas una cocina nueva. Y un ordenador pa' los niños.
¿Qué pasa? ¿Va a hacer más José Luis Moreno por mi casa que tú, MINISTRA?

Etiquetas: Ana Obregón, Carme Chacón, Hidro-News, ministros

Os lo digo con todo el cariño del mundo, lo mío NO ES NORMAL.

El día 16 empiezo las vacaciones. El otro día por la noche viví uno de los episodios más absurdos y traumáticos de mi vida, patrocinado por A y su familia. Eso que dicen en Volver de que el viento de no sé qué pueblo deja loca a la gente me parece que también es aplicable a Huesca.
Por suerte conseguimos que las cosas cambiaran un poco en su ambiente y aunque le echaran de casa ya ha vuelto y decidido a que no sea por mucho tiempo. Miedo me da.

Pero lo realmente traumático es lo de ayer por la noche.

Estaba yo en casa tranquilamente preparándome para ir a ver una peli o algo cuando cierro la puerta de la habitación y ¡plaf! se cae el marco que tenía apoyado detrás esperando a que un día me diera por colgar algún poster o, directamente, tirara el puñetero cuadro a la basura.
Cuando consigo abrir la puerta descubro que el cristal (que yo siempre había creído que era un plástico) se ha partido en dos piezas del tamaño de texas. De repente me acordé de Julianne Moore en El Mundo Perdido y su momentazo "AY DIOS MÍO POR FAVOOOOOOOOR"
Total que recojo los cristales y los trocitos más pequeños y me dispongo a llevarlos al comedor para que nadie corra peligro y al salir por la puerta ¡PLACA!
Las dos piezas más grandes se parten por la mitad y una lluvia de cristales cae sobre mis pies. Yo doy un salto hacia atrás a lo Lolita mientras grito: "¡Saran-don-ga!" y consigo esquivarlos.
Mi madre viene corriendo al grito de: "¡Kapasaaaaao!"
Y yo descubro, horrorizada, que uno de los cristales me ha caído en er-deo-gordo del pie izquierdo. Mierda.
Voy a la ducha a limpiarme y de repente empieza a salir más sangre que a la muerta de Psicosis. Tengo que sentarme en el baño porque me mareo y todo. Mi padre aparece dispuesto a llevarme al ambulatorio y le pido que me traiga unas chanclas cómodas y con estilo a grito de: "¡¡¡¡LAS DE DONA KARAN NO, QUE COMO SE MANCHEN DE SANGRE ME DA UN YUYU!!!!"
Mi madre aparece con el rollo de Colhogar, papel de cocina, y le digo que no, que no vamos a hacer empanadillas en ese momento. Ella me da un cacho para que tapone la herida. ¡Comprobemos si esto absorbe tanto como dicen en los anuncios!
Pues no, no absorbe. Un chorretón de sangre me cae por el pie.
Ay madre, pienso, me he cortado la ahorta o la aguinardó y ya verás tú. Pero qué coño, es el puto dedo gordo ¡por ahí no pasa nada!
Al final, tanto darle vueltas a la cabeza me da un mareo que ni con veinte Ballantine's con Red Bull. Inevitablemente, gomito.
Al grito de: "¡Voy a gomitar! ¡Voy a gomitar!" mientras mi padre recoge cristales y mi madre llama a la ambulancia!!!!!

Una vez gomité, me sentí mejor conmigo misma. Hoy me siento bien, soy feliz de ser mujer. Se me pasaron los mareos, los calores y el temor de que mis DKNY sufrieran y me dispuse a ir a que un doctor buenorro me hiciera una cura como las que le hacen a Bree. Pero ya que estaba pues me espero que venga la ambulancia.
Los dos ATS aparecieron y yo me sentí como en un programa de tele-readidad de estos de Telecinco. Alerta 111. O como fuera.
Él, muy simpático, me dice que no me desmaye que con lo grande que soy me va a sacar de casa Rita la Cantaora.
Bajamos a la ambulancia y me acuerdo de Sofía Mazagatos. Ella nada en la ambulancia. Yo me mareo.
Porque no veas cómo conducía el tío, ni que llevara a la Infanta Naranja de parto. La ATS, muy simpática, me toma los datos y me da conversación. Voy solo, mi padre viene en coche detrás.
Le digo que es la primera vez que me subo a una ambulancia y ella me dice: "estas están muy bien, son de las nuevas". Luego me mira y añade: "Aunque bueno, si no te has subido nunca tampoco has visto las viejas así que..."
Le cuento mis visitas a los hospitales a causa de mis piedras en el riñón y ella hace como que le interesa. Pero oye, se agradece.

Llegamos al Vall d'Hebrón, me suben a una silla de ruedas, me toman datos y me abandonan delante de la puerta de las radiografías. Como me aburro llamo a A, que me comenta lo doloroso que es que te pongan puntos, lo insufrible que es que te los quiten y me dice que esté tranquilo, que esa camilla vacía que tengo delante es de alguien que ya se ha muerto.
Le doy las gracias por los ánimos y le cuelgo porque viene mi padre.
Tras más de dos horas esperando y recibiendo mensajes de Al peleándose con su ex-novia y alegrándome la noche, me hacen la radiografía y me pasan a un Box.
Como en Urgencias.

Aparece el doctor.

Me entra el pánico.

Para que entendáis el miedo que sentí en ese momento, en cuanto vi al doctor pensé en:

És Súperfort!!!

Y de repente recordé ese capítulo de Urgencias en el que una estudiante un poco patosa se pone a darle puntos a un hombre y acaba provocándole un paro cardíaco, un trauma intracraneal y una placa de torax.
¿Las placas de torax no eran como las radiografías? No sé, yo de esa serie sólo entendía cuando la gente se echa a llorar porque se muere alguien o cuando dos médicos se peleaban y luego follaban. Toda la jerga era un galimatías para mí. Dos unidades de Co2 y una de paracetamol en vena!!!! ¡¡¡Y que alguien me traiga mi whisky, cojones!!!

Yo me estiro en la camilla y me despido de mi pie porque estoy seguro de que el Dr. Josmar me lo va a arrancar de cuajo. Se pone unos guantes. Se va. Vuelve sin los guantes. Mira la radiografía y dice que está todo bien. La enfermera no sabe cómo disimular.
Dios ¡¡estoy en la consulta de Robin Williams!!

Por suerte soy muy confiado y pienso que si ese hombre está ahí será por algo. Me va a pinchar. Ay Dios.
Me dice: "Te va a doler ¿eh?"
Yo me agarro a lo primero que pillo que es... nada. Así que me clavo las uñas como una perra en celo. Y luego casi no me dolió.
Mi padre pone caras. Me asusto ¿qué está pasando en mis pies?
Una enfermera se va y al rato vuelve con otra chica que me saluda, me pregunta cómo me lo he hecho y me felicita por haber llegado tan mayor a mis primeros puntos de sutura.
¡No veas con el Fede como zumbaba el negro, guajira!

De repente veo que esta chica se quita la bata y ¡¡es doctora!! Bueno, eso lo supe después, porque no entiendo los colores de las bastas de los hospitales. Los celadores van como de naranja butano. Las enfermeras de blanco. Los doctores que antes iban de azul ¿o era solo en la tele? ahora van de verde. Si al menos fueran cojos y con bastones pues sabría quién coño es el psicópata que me va provocar un coma para acabar descubriendo que lo que me pasa es que tengo un quiste en la punta de la oreja provocado por que mi perro se ha follado a una gata en celo que pasó casualmente por casa y me pegó la salmonelosis. O por escuchar tanta Kylie, que también es peligroso.

Al final la doctora le enseña cómo esterilizar la zona, cómo ponerse unos guantes, cómo hacer los puntos y tal. Mi padre se va al grito de "¡Es una vergüenza lo que estoy viendo!" y a mí me da la risa. De vez en cuando entraban jóvenes estudiantes (como resultó que era Josmar) que iban directos a mirarme la herida, se quedaban asombrados y me preguntaban excitados cómo me lo había hecho.
Cuando ya terminó con los puntos (que he de decir sólo noté un pinchacito en uno) entró mi padre y se peleó con la doctora. Los hightlights de la conversación fueron:

- ¡Es una vergüenza! ¿Sólo hay un doctor aquí o qué?
- Somos cinco en el servicio. Hemos tenido dos politraumatismos y una chica a punto de morirse. Entenderá que eso es más urgente que un corte en el dedo del pie.
- Pues que pongan más gente, que es una vergüenza.
- Oiga, yo por mí encantada. Ponga una queja en dirección para que hay amás médicos de urgencias. Mejor para mí, dormiré más y trabajaré menos!!!

Y el:

- Sólo una doctora, joder macho!
- No, joder macho no. DOCTORA.

Luego mi padre se fue y la chica se puso a hablar conmigo tranquilamente. Yo no sé qué me pasa que cuando voy al médico aunque sea por una tontería me vuelvo imbécil y a todo digo que sí como asustado o algo. Y además me tiré toda la noche esperando a que entrara por la puerta Teresa Viejo con ganas de entrevistarme por la experiencia tan traumática que acababa de vivir.

Y lástima que no lo hizo, porque si engancha a mi padre seguro que les monta un pollo que pa' qué!!!

Recordemos las dos apariciones de mi padre anteriormente en televisión. En la primera le entrevistaron a causa del mal tiempo y el perjuicio para los pescadores:
- Clar, ya se sabe. Si fa mal temps, no treball. Y si no hay treball, pues no diners y clar, pues eso.

La segunda vez, cuando la depuradora del Besós llenó todo de mierda y los pescadores se llevaron con las redes los tampax de media Barcelona:
- ¡Esto es una vergüenza! ¡Aquí hay TONELADAS DE MIERDA!

De aquí a la Fama.

Gracias a Adamantibus descubrí ayer a The Attic y desde hoy soy fan oficial:



¿Qué os puedo contar?

De LCG poca cosa. Ahí estamos.

Del trabajo... poca cosa, ahí estamos.

El sábado pasado tuve fiesta. Inexplicable. Por supuesto tenía que ser una fiesta sorpresa para que no pudiera irme por ahí de Diva-Safari así que me avisaron el día antes. Me tiré todo el día medio mosca dando vueltas por casa hasta que KP me llamó y me dijo que me fuera con ella a Plaza Universitat a putear porque celebraban lo del Orgullo.
Lo del Orgullo resultó ser una mierda pinchada en un palo. Barcelona, qué deprimente resultas a veces. Tres camiones de patatas lleno de lesbianas enseñando las tetas, una actuación de una petarda haciendo playbacks de tópico tras tópico (con poca gracia, por cierto) y luego DJ's que me parece que se pasaban de Houseros. Es lo del Orgullo, coño, aquí tiene que sonar LO QUE TIENE QUE SONAR. Pero bueno, también es cierto que había demasiada marica recién salida del armario con ganas de putear pero para las que ya tenemos una edad aquello era un poco aburrido. Además había un indigente durmiendo en mitad de la plaza ¡¡dónde coño está el glamour!!

Perdón, glamour no. Que según El Cliché.com "glamour" está entre las diez palabras que NO SE PUEDEN DECIR. La alternativa válida es: ACTITUD.

Me vine a casa pronto. Fuimos a cenar al chino karaoke de al lado de Metro; yo personalmente me asusté muchísimo y pasé varios momentos de auténtico terror. Por suerte la compañía era grata. Too much girls, pero grata. Además yo estaba medio rayado porque A (así se conocerá a LCG de ahora en adelante, A) estaba medio rayado y no me había querido decir por qué. Luego las too-much-girls se fueron a Aire, yo me fui para casa porque al día siguiente trabajaba y porque seguro que en Aire iba a faltar precisamente eso: el aire.

El domingo trabajé todo el día. Lo único bueno de esa jornada fue que me compré un par de calzado veraniego de DKNY (me niego a llamarlo chanclas, zapatillas o derivados: ES CALZADO VERANIEGO) que es para quitar el hipo. Porque cuando dices lo que te han costado a la gente le da susto.
No teníamos aire acondicionado en la tienda (as usual) y por más que la gente se quejara nadie hacía nada. Yo acabé sudada, irritada y de una mala hostia que para qué. Menos mal que ahí estuvo A para alegrarme la noche. Y fíjate que lo consiguió, que empecé yo de un buen rollo la semana que no veas. Hasta llegué tarde al trabajo y todo. Pero ¿y qué? Me hincho.

Estoy haciendo planes. Cha-cha-cha-cha-changeeeeees. A ver si las cosas empiezan a irme bien de una puñetera vez. Como dijeron los Attic: a life to live. Y sólo hay una nenas, así que echadle un buen par de huevos. Algún día os contaré el culebrón que nos estamos montando A y yo. Si publico lo de este chico me dan un Pullitzer y me hacen un mega-drama con la Sandra Bullock que seguro que se lleva siete Razzies.

Y... qué calor hace, me cago en Dios.